Agustín Ibarrola tenía claro que esta pieza debía de estar en el centro de la ciudad. Un lugar visible por todos, un lugar que nos hiciera recordar siempre que matar no es la salida. Una marca visible de lo acontecido en el pasado como lo son las cicatrices en la piel de nuestro cuerpo. Y de ahí la elección del material, acero corten. Un material duro, rígido y moldeable al mismo tiempo que varía de color con el tiempo, adaptándose al entorno.
La obra no toca el suelo, quiere volar, quiere despegarse del pasado y evolucionar. Igual que los sentimientos de aquellas víctimas a las que Ibarrola rinde homenaje con esta obra que forma parte del Mapa de la Memoria. Un conjunto de 7 obras repartidas por el territorio español, todas ellas de acero, todas ellas en la calle.
Autor:
Agustín Ibarrola
Año:
2008
Dirección:
Paseo del Espolón.
Calle Vara de Rey, 3
Colabora: Ayuntamiento de Logroño